Historia

PINCELADAS DE NUESTRA HISTORIA

Jamás sospechamos aquel 23 de noviembre de 1993, el día que llegó la primera comunicación de quien se identificó como nuestro "Instructor", que nuestras vidas cambiarían por completo.

El trabajo colectivo, comprometido y entusiasta del grupo, poco a poco fue corriendo el velo de lo que llamábamos "realidad", revelando ante nuestros sorprendidos ojos la existencia de Planos Superiores de Conciencia y de un Plan para la Raza Humana, con el que colaboraríamos "de manera práctica".

También conocimos y convivimos con una Hermandad de Luz que al final de este Ciclo de Creación, extiende sus manos para que nuestro tránsito y el de toda la humanidad sea seguro.

Siguiendo las voces de nuestros Guías y sin conocimientos previos, colocamos paso a paso los fundamentos de una Superestructura Espiritual que capta, modula y distribuye emanaciones Lumínicas de alta energía para el planeta y sus habitantes: la Luz-Información.

Estas pulsaciones están llegando al planeta como un gran baño celestial desde el Infinito hiper-espacio, preparándonos, junto a la Madre Tierra, para el despertar de nuestra conciencia a su origen Espiritual Superior.

OBREROS

Durante treinta años hemos seguido las indicaciones de los Guías como si fuésemos obreros que no saben la proyección final de la obra.

En algunos momentos, con mucha curiosidad, formulamos tímidas preguntas buscando comprender lo que hacíamos. De los Guías volvieron respuestas amorosas diciendo que "no les será fácil comprender todo" en ese momento.

A partir de 1998, la instrucción espiritual y el trabajo práctico se complementaron, por indicación de los Preceptores, con el estudio somero de algunos temas que nos ayudarían a interpretar, desde nuestras experiencias, el propósito trascendente de las tareas asignadas.

Para trabajar hemos recorrido desconocidos caminos -genética, historia, geografía, filosofía, astronomía, geometría sagrada- que, en otro momento, nos hubieran hecho exclamar ¡esto es imposible de hacer!

Tener capacitación previa en esas ciencias quizás nos habría impedido progresar al estar sujetos a sus marcos teóricos. El entusiasmo y el empeño puesto en nuestro quehacer fueron fundamentales para los logros en cada proceso.

Utilizamos procedimientos e instrumentos presentes en las ciencias humanas de todos los tiempos y otros más complejos provenientes de planos más allá de nuestra Tercera Dimensión, que nos fueron revelados.

Cada nuevo trabajo conforma las piezas de un enigma que se va abriendo como una puerta infinita. Su construcción está en nuestras manos, la Inteligencia Divina que lo diseñó y lo completa, está en los Cielos.